Ranking de Casinos Online Legales de México

Actualizado 7 noviembre 2025

Mejores casinos en línea de México, clasificados por popularidad de marca, tráfico real y variedad de juegos. Aquí también encontrarás cómo México otorga licencias a las apuestas remotas, qué protecciones tienen los jugadores, cómo verificar un permiso y qué hacer si un casino no paga.

Ranking de casinos online en México
#
País
Ranking
Reseñas
Año
Desarrolladores
Tráfico
1
Caliente
7769 puntos
US
1.0
5
2014
3
~28.6M/mes.
Más detalles
Caliente
2
Codere
8778 puntos
US
4.0
0
1997
4
~5.9M/mes.
Más detalles
Codere
3
Betano
7519 puntos
US
4.0
0
2023
16
~1.1M/mes.
Más detalles
Betano
4
Betmaster
5631 puntos
US
4.0
0
2021
0
~886.8K/mes.
Más detalles
Betmaster
5
Brazino777
12140 puntos
US
4.0
0
2024
28
~6.8M/mes.
Más detalles
Brazino777
6
Novibet
10098 puntos
US
4.0
0
84
~4.8M/mes.
Más detalles
Novibet
7
Winner Casino
8415 puntos
US
4.0
0
2020
1
~813.7K/mes.
Más detalles
Winner Casino
8
Betway
10134 puntos
US
4.0
0
23
~364.5K/mes.
Más detalles
Betway
9
PlayUZU
10458 puntos
US
1.0
1
2021
20
~247.9K/mes.
Más detalles
PlayUZU
10
Betcris
10659 puntos
US
4.0
0
3
~119.7K/mes.
Más detalles
Betcris
11
SportiumBet
8249 puntos
US
1.1
9
2005
12
~1.4M/mes.
Más detalles
SportiumBet
12
1xBet
14419 puntos
US
4.0
0
2025
91
~257.7K/mes.
Más detalles
1xBet
13
Betsson
10398 puntos
US
4.0
0
36
~940.7K/mes.
Más detalles
Betsson
14
Lottoland
9736 puntos
US
4.0
0
2021
0
~63.1K/mes.
Más detalles
Lottoland
15
MostBet
12608 puntos
US
4.0
0
2009
68
Más detalles
MostBet
16
Campobet
14654 puntos
US
4.0
0
2023
49
~66.6K/mes.
Más detalles
Campobet
17
Instabet
16172 puntos
US
4.0
0
1
~30.7K/mes.
Más detalles
Instabet
18
BetBoom MX
13251 puntos
US
4.0
0
2024
48
~1.1M/mes.
Más detalles
BetBoom MX

Licencias para casinos en línea en México

En México, el juego se regula a nivel federal. La Constitución faculta al Congreso para legislar sobre “juegos con apuestas y sorteos”, prohíbe los monopolios e integra la supervisión del juego en el marco más amplio de protección al consumidor y del orden público. El andamiaje jurídico se basa en la Ley Federal de Juegos y Sorteos de 1947 y su reglamento vigente. Hoy, la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Dirección General de Juegos y Sorteos (DGJS), autoriza, supervisa y, cuando corresponde, clausura operaciones.

El modelo es, por defecto, restrictivo: todo juego está prohibido salvo que esté expresamente permitido. En la práctica, Segob otorga permisos para centros de apuestas remotas y para salas de sorteos de números y símbolos; estas pueden tomar apuestas por internet, teléfono u otros medios electrónicos siempre que sus controles y procedimientos internos estén previamente autorizados. El regulador define qué se puede ofrecer y de qué manera, y mantiene una base de datos de permisionarios, sus propietarios hasta los beneficiarios finales, sanciones e informes financieros.

Los operadores deben cumplir estándares diseñados pensando en el jugador. Las apuestas tomadas en línea se registran en un sistema central con marca de tiempo, número de transacción, monto y selección, vinculados a una cuenta de jugador verificada. Los resultados deben poder rastrearse a señales oficiales para que la fecha, hora y desenlace de un evento sean auditables. Los cobros de premios tienen plazos y se documentan, se conservan registros, y los inspectores pueden pausar o detener eventos si se violan las reglas. Las empresas revelan su estructura de propiedad, presentan estados financieros trimestrales y anuales auditados, contratan seguros y mantienen una fianza suficiente para cubrir premios pendientes. Está prohibido otorgar crédito a los jugadores y todas las operaciones deben realizarse en moneda nacional. Los menores no pueden participar, la publicidad requiere autorización y debe incluir mensajes de juego responsable, y está vedado apostar en deportes amateurs domésticos de categorías inferiores.

La equidad e integridad se hacen valer mediante trazabilidad documental y supervisión en vivo, no con promesas abstractas. Cada apuesta corresponde a un registro electrónico único; en puntos físicos hay boletos foliados, y para apuestas remotas la confirmación existe en el sistema central y es accesible para el jugador. Transmisiones oficiales u otras fuentes verificables sustentan la liquidación. Se exigen medidas técnicas y de seguridad de la información, y la DGJS tiene acceso pleno a bitácoras y sistemas para fines de control. La transparencia de la propiedad y las finanzas, junto con la prohibición de esquemas de “pool” en el extranjero, limita conflictos de interés y reduce espacios para la manipulación. El orden jurídico también incorpora normas antilavado y contra el financiamiento al terrorismo mediante el compromiso constitucional de México con tratados internacionales, y el esquema de revelación financiera y operaciones exclusivamente en pesos abona en esa dirección.

La protección depende tanto de las sanciones como de las reglas. La DGJS puede multar, suspender, revocar permisos y cerrar establecimientos. El juego ilegal —operar sin autorización, vender billetes de sorteos extranjeros sin permiso o incluso acudir a un local clandestino— acarrea consecuencias penales, decomiso de equipos y la disolución de la entidad operadora. El derecho administrativo exige que los actos sean fundados, notificados y susceptibles de impugnación, a la vez que otorga a los inspectores facultades para actuar de inmediato. En disputas por premios no pagados o incumplimientos, la autoridad puede abrir procedimientos administrativos e imponer sanciones; su función es la de supervisora y ejecutora, no la de árbitro privado, y los resultados van desde órdenes correctivas hasta la pérdida del permiso.

En materia de pagos, las reglas son claras: las apuestas y los cobros se realizan en pesos mexicanos, y los operadores no pueden otorgar crédito. El marco no contempla depósitos ni retiros en criptomonedas; se espera que los operadores con licencia operen únicamente en moneda nacional.

Límites e impuestos

Las normas no establecen topes universales por jugador a depósitos o apuestas. Lo que sí es claro son las obligaciones financieras del operador. Los permisionarios deben reportar mensualmente y por trimestre y mantener una fianza para cubrir premios, acorde con sus pasivos pendientes. La Ley Federal de Ingresos destina la recaudación proveniente de los “juegos con apuestas y sorteos”, que contempla una categoría impositiva especial y “aprovechamientos” no tributarios vinculados al régimen del juego. Los aranceles vigentes de la DGJS detallan pagos de participación sobre el volumen apostado: para apuestas deportivas remotas, 1% en eventos nacionales y extranjeros; 2% en ciertas actividades hípicas y de sorteos; y reglas específicas para sorteos numéricos y escenarios de simulcast. Estas son obligaciones del operador hacia la Federación; no se trata de una deducción al premio individual de un jugador. Para cobrar premios ligados a eventos existe un plazo de 60 días hábiles para presentar y validar la reclamación en el sistema; los premios no reclamados se tratan conforme a la normativa aplicable.

Cómo verificar si un casino tiene licencia mexicana

Empieza revisando el pie de página y las páginas legales del sitio: busca el nombre del permisionario mexicano, el número de permiso y una referencia a la DGJS/Segob. Las apuestas remotas en México operan bajo permisos de centros de apuestas remotas y de salas de sorteos de números y símbolos; los operadores con licencia suelen indicar ese estatus en sus sitios, junto con los datos de contacto para el cobro de premios.

Luego, verifica en fuentes oficiales. La DGJS mantiene una base de datos de permisos y publica información en su portal. Puedes consultar al regulador en https://www.juegosysorteos.gob.mx, y revisar actualizaciones publicadas como modificaciones de permisos. Compara los datos con lo que declara el sitio web; cualquier discrepancia es una señal de alerta.

Cómo presentar una queja contra un operador en línea con licencia mexicana

Empieza siempre con el propio operador. Usa el servicio de atención al cliente del casino y su canal interno de quejas para documentar el problema y solicitar una solución. Conserva comprobantes, capturas de tu historial de cuenta, los IDs de apuesta o números de folio, fechas y horas, y cualquier correo electrónico.

Si no se resuelve, escala el asunto al regulador. La DGJS recibe quejas y puede abrir procedimientos administrativos, requerir información al operador e imponer sanciones por incumplimientos, incluidos los relativos a premios no pagados. Puedes contactar a la autoridad mediante su portal en https://www.juegosysorteos.gob.mx y su sección de orientación en https://www.juegosysorteos.gob.mx/es/Juegos_y_Sorteos/Orientacion. El domicilio de la DGJS, según consta en su sitio, es Versalles 49, Piso 2, Col. Juárez, Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México, C.P. 06600.

Tras presentar la queja, no esperes una resolución instantánea. La DGJS puede solicitar explicaciones al operador, inspeccionar registros y, si confirma incumplimientos, multar, suspender o iniciar la revocación del permiso y ordenar medidas correctivas. Su mandato es hacer cumplir la ley; puede forzar el cumplimiento y sancionar las faltas, pero no promete arbitrar pagos individuales como hacen algunas autoridades extranjeras. Si más adelante necesitas impugnar un acto administrativo definitivo, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa permite el juicio en línea, con medidas para suspender la ejecución conforme a las reglas del tribunal.